La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez firmó la “Ley de Régimen excepcional y transitorio para la realización de Elecciones Generales”, aprobada la noche del sábado por el Congreso. Aún no hay fecha para los comicios. Si bien el partido de Evo Morales, el MAS, sí estará habilitado, ni el ex mandatario ni Álvaro García Linera podrán ser candidatos
“Quiero agradecer a nuestros parlamentarios por haber entendido y escuchado las demandas del pueblo boliviano”, dijo la presidenta interina en un corto video publicado en su cuenta de Twitter.
Tras seis horas de debates, ya por la noche del sábado, el pleno de la Cámara de Diputados sancionó por unanimidad la ley de urgencia para agilizar la convocatoria de nuevas elecciones, y la remitió al Gobierno transitorio para su promulgación. “No habiendo mayores consideraciones queda sancionada la presente ley, remítase al Órgano Ejecutivo para fines constitucionales”, dijo Sergio Choque, presidente de la Cámara de Diputados y del partido Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales.
Tras el debate, Choque resaltó que el «MAS cumple sus compromisos» y que han dado una lección de unanimidad en el «marco de empezar a apaciguar» la crisis en el país», para que «no haya más conflictos sociales, ni más muertos ni heridos».
El proyecto de ley ya había sido aprobado este mismo sábado en el Senado, que lo remitió posteriormente a la Cámara de Diputados.
La ley surgió del consenso entre los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), con mayoría de dos tercios en la Asamblea Legislativa, y los partidos opositores Unidad Demócrata, del que era senadora Áñez antes de asumir la Presidencia provisional del país, y el Partido Demócrata Cristiano.
La norma anula los comicios del pasado 20 de octubre e incluye una serie de excepciones a la normativa electoral para acelerar la convocatoria a las urnas, empezando por el nombramiento de forma más rápida de un nuevo órgano electoral.
Ese nuevo órgano debe convocar a elecciones en un máximo de dos días una vez que tome posesión, con un nuevo padrón electoral y con las candidaturas que deseen presentarse, sin pasar por primarias. Uno de los artículos insiste en respetar el límite de dos mandatos, mientras que otro dejaría sin efecto provisionalmente normas sobre primarias y alianzas entre partidos.
Pero el punto más sobresaliente es el que cierra la puerta a la postulación de Morales, quien ejerció el poder por casi 14 años con una alta popularidad que fue menguando pese a sus logros sociales y económicos, debido a su empeño de mantenerse en el cargo aun con un referendo en contra en 2016.
Bolivia lleva sumida en un grave conflicto desde el día después de las elecciones del 20 de octubre, cuando comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Morales, que fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo tras las elecciones del 20 de octubre entre denuncias de fraude. La oposición concurrió a esos comicios aunque consideraba ilegal la candidatura de Morales por incumplir el límite de dos periodos seguidos, pero estaba avalado por el órgano electoral de entonces, que luego terminó procesado por el supuesto fraude.
El pasado 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió en un informe de «graves irregularidades» en los comicios y ese mismo día Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas.
El líder indígena, que gobernó Bolivia casi 14 años, viajó el día 11 de noviembre a México en calidad de asilado.. Su renuncia a la presidencia ha sido calificada de golpe de Estado por varios gobiernos y políticos latinoamericanos. Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, que asumió el poder el pasado 12 de noviembre, y parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.