Thierry Henry ha sido nombrado este jueves como nuevo entrenador del Impact de Montreal tras firmar un contrato por dos temporadas. El francés arriba a la MLS tras su paso por el Mónaco de la Ligue 1 en el que dirigió 19 partidos, apenas ganó 4 y dejó a su equipo en zona de descenso.
Henry, quien anteriormente había trabajado como asistente con la selecicón de Bélgica, terminó su carrera como jugador con los Red Bulls de Nueva York en 2014.
“Es un honor ser entrenador en jefe del Montreal Impact y regresar a la MLS”, declaró Henry. “Es una liga que conozco muy bien y donde me lo pasé muy bien”. Durante sus cuatro temporadas y media en la liga norteamericana, con los Red Bulls, el francés anotó 51 goles en 122 partidos disputados y dio 42 asistencias. Además, fue seleccionado en la liga Best XI tres veces y apareció en cuatro MLS All-Star Games. “Estar en Quebec, en Montreal, que tiene una gran herencia multicultural, es algo extraordinario. Siempre tuvo interés en este equipo y ahora estaré al frente del mismo”, destacó.
Como futbolista, el ex delantero ganó dos títulos de la Premier League en Inglaterra con el Arsenal y ganó la Liga, la Champions League y la Copa Mundial de Clubes de la FIFA con el FC Barcelona.
Montreal se ha convertido en una especie de cementerio de entrenadores dentro la competición de la MLS. El Impact ha despedido a seis entrenadores anteriores, incluido el interino, el colombiano Wilmer Cabrera, durante sus ocho temporadas que lleva compitiendo en la MLS.
El equipo ha tenido solo dos veces un récord ganador en su historia, y terminó con 12 victorias, 17 derrotas y 5 empates en 2019. El dueño del equipo, Joey Saputo, ha tenido una reputación de entrometerse en los asuntos de sus entrenadores, incluidas las acciones de llegar al vestuario de los jugadores tras concluir el partido si no le gustó lo que vio en el campo.
Pero la trayectoria profesional de Henry en el mundo del fútbol puede ser justo lo que el Impact necesita para que su dueño cambie de actitud y comportamiento con los entrenadores. Y a diferencia de la mayoría de los entrenadores extranjeros en la MLS, el tiempo de Henry con los Red Bulls lo hará muy consciente de las reglas y las limitaciones salariales que impone la liga. El francés sabe en qué se está metiendo.
Si Henry tiene la paciencia para dirigir jugadores mucho menos talentosos que él será su asignatura pendiente. Su tiempo en Mónaco estuvo plagado de informes de que expresó sus frustraciones sobre sus jugadores, con Aleksandr Golovin revelando cómo Henry saltaría al entrenamiento si sus jugadores no estuvieran haciendo bien las cosas.Sin embargo, Henry, de 42 años, fue despedido después de solo tres meses y medio al frente del Mónaco tras haber ganado apenas cuatro partidos.