Las goleadas contra el Estrella Roja en Champions han sido un oasis para el Tottenham, tanto por balsámicas como por parecer más bien una ilusión. Los de Pochettino, que apenas han ganado tres partidos de los 12 que se llevan disputados de Premier League, se dejaron empatar el partido contra el Sheffield United, que mereció mucho más, y ya son el segundo equipo que más puntos ha cedido tras adelantarse en el marcador (10). El técnico argentino, una semana más, vuelve a estar en el punto de mira.
Si el Sheffield está acariciando puestos europeos es por partidos como este. Los de Chris Wilder están convirtiéndose en la revelación de la liga entre los ascendidos en este inicio de temporada y su partido en el New White Hart Lane dio muestras del por qué. Intensidad, ocasiones y muy pocos complejos frente al subcampeón de Europa llevaron a que tuvieran algunas de las más claras de la primera mitad, como la que estrelló Lundstram en el palo.
Los spurs, sin embargo, se aliaron con la suerte en la segunda mitad y cuando el Sheffield más presionaba la portería de Gazzaniga, se encontraron con un balón rebotado que aprovechó Son para rematar mordido y que el balón se colase por entre las piernas de Henderson. Una lotería de jugada que solo fue superada en fortuna cuando el VAR anuló, apenas un par de minutos después, el gol de McGoldrick tras un fuera de juego milimétrico de Lundstram. Literalmente, fue la punta de la bota del jugador inglés.
Pero la suerte se les terminó agotando por el buen hacer de los visitantes y fue Baldock, con un centro fruto de la presión a la que estaban sometiendo a los londinenses, quien consiguió poner el empate definitivo y una pizca de justicia en el marcador final. El Sheffield se asoma con este resultado a los puestos europeos y el Tottenham, en caída libre, ya ve los puestos de descenso a apenas 6 puntos de distancia.