Cinco agentes de la Policía Nacional Civil y cuatro soldados de la Fuerza Armada, fueron enviados a prisión por los delitos de tortura, privación de libertad y por agresiones sexuales, en contra de una menor a que amenazaron con asesinarla si no les decía a que estructura criminal pertenecía.
En audiencia inicial el juez de Paz de San José Guayabal del departamento de Cuscatlán, determinó que existen méritos suficientes para que los agentes Néstor Edgardo Reynosa Mejía, José Salvador Lara Quinteros, José Luis Damián Álvarez, Hugo Antonio Landaverde Martínez y Norberto Alexander Rivera palacios, como también los soldados José Joaquín Rivas Morales, Edwin Enrique Bonifacio Pérez, José Alfredo Munguía Gómez y Santos Alexander Mendoza Reyes, guarden prisión preventiva.
A diferencia del resto de los detenidos, Reynosa Mejía fue detenido por los delitos de tortura, otras agresiones sexuales y privación de libertad.
El resto de los imputados son señalados por tortura y privación de libertad.
Consta en el proceso judicial, que los imputados cometieron los delitos la noche del 22 de enero del presente año sobre la carretera que conduce de San José Guayabal.
Se explicó, que esa noche los uniformados que cubrían sus rostro con gorros navarones detuvieron a dos jóvenes, uno de ellos mujer y el otro hombre y a quienes les hicieron que se hincaran mientras los revisaban para verificar si portaban armas. Luego separaron a la joven y se la llevaron a bordo de un vehículo doble cabina con rumbo a la calle El Perical, que conduce al cantón Aguacayo.
Luego la mujer fue bajada del vehículo y comenzaron a torturarla. Le exigían que les entregan armas, droga y le pedían que dijera a que pandilla pertenecía, de lo contrario atentarían en su contra.
Todo ese tiempo pasó por un lapso de media hora. En la tortura le colocaron la boquilla de un fusil, una pistola y una navaja en la cabeza, al tiempo que le decían “te vas a morir”.
De igual forma se dice, que los soldados y los policías le ordenaron bajarse el pantalón, la ropa interior. Otro de los sujetos le metió la mano debajo de la blusa y del sostén y le apretó uno de sus senos.
Posteriormente fue subida al vehículo y la dejaron cerca del lugar donde reside, no sin antes advertirle que no dijera nada sobre lo sucedido.
Las capturas de los imputados se llevó a cabo en San Miguel, San Vicente, Morazán y en Ilopango.