El técnico Javier Aguirre volverá a afrontar como entrenador un nuevo proyecto en la liga española, tras aceptar hacerse cargo del Leganés, equipo que actualmente ostenta el último lugar en la tabla de LaLiga.
Aguirre se convirtió en el tercer técnico del club madrileño en la presente temporada, pues antes estuvieron el argentino Mauricio Pellegrino y Luis Cembranos, ‘interino’ durante los tres últimos choques. Entre ambos entrenadores solo han podido sumar cinco puntos de los treinta y seis en juego.
El ‘Vasco’, como se le conoce a Aguirre en España, disfrutará así de su quinta experiencia como técnico en la competición después de dirigir con anterioridad al Osasuna, al Atlético de Madrid, al Zaragoza y al Espanyol.
Precisamente el primero de estos conjuntos fue el único donde también militó como jugador en Europa tras cultivar una carrera que arrancó en el Club América, y que luego siguió en el Atlante y finalizó en el Guadalajara. Asimismo tuvo un breve paso por Estados Unidos.
Colgadas las botas se entregó entonces a su actual labor, comenzando a desarrollarse como auxiliar en la selección nacional que disputó el Mundial 1994 de Estados Unidos. Más tarde se dejaría seducir por el fútbol de clubes, dirigiendo al Atlante y al Pachuca antes de hacerse cargo del ‘Tri’ en la Copa América de Colombia 2001, en la que fue subcampeón, y el Mundial de Japón y Corea del 2002.
Le llamó entonces el Osasuna y no pudo resistir la tentación de entrenar en el Viejo Continente a una entidad que ya conocía. El idilio entre ambas partes funcionó a las mil maravillas, viviendo los navarros una de las etapas más gloriosas de su historia.
No solo bajo su mandato jugó el equipo una final de la Copa del Rey sino que además fue capaz de guiarle hacia la disputa de la Copa de la UEFA primero y de la Champions League después. Esos logros le valieron su fichaje por el Atlético de Madrid.
Por entonces no gozaba el equipo rojiblanco del mismo caché fuera de sus fronteras que ahora, pese a lo cual consiguió llevarle a disputar la Copa de la UEFA y más tarde a disfrutar de nuevo de la Liga de Campeones, competición que el club rojiblanco no disputaba desde 1997.
Una mala racha de resultados forzaron su adiós pero no tardó demasiado en volver a encontrar acomodo en la selección mexicana para iniciar un ciclo que terminó al caer con polémica ante Argentina en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. Entre medias conquistó una Copa de Oro.
Pocos meses estuvo inactivo ya que el Zaragoza decidió apostar por él tras un delicado arranque de campaña. Aguirre cumplió los pronósticos y enderezó el rumbo hasta salvar al equipo con un triunfo por 1-2 ante el Levante. Aquel partido ha sido investigado por presunto amaño, quedando el juicio visto para sentencia el pasado mes de octubre.
Su última experiencia al frente de un cuadro de LaLiga Santander la vivió con el Espanyol y como sustituto de Mauricio Pochettino, ahora entrenador del Tottenham. Heredero de una dinámica negativa, terminó por sellar dos salvaciones de manera holgada.
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Completan su trayectoria una estancia en el Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos y otras dos labores de responsabilidad en las selecciones de Japón y Egipto, no cosechando títulos con ninguna de ellas.
Sin embargo, y aunque su recorrido es dilatado y repleto de retos, probablemente ninguno se acerque en complejidad al que ahora encara dadas las circunstancias que rodean al que será su nuevo proyecto.
Llega Aguirre a una entidad saneada, de ambiente familiar, donde la presión no es asfixiante y que ha experimentado un enorme crecimiento desde que cayera en manos de Asier Garitano cuando se encontraba en Segunda B. En ese sentido, todo apunta a que podrá desarrollar su trabajo con tranquilidad y confianza.
Eso sí, deberá dar forma a una plantilla diseñada en verano según los gustos de Mauricio Pellegrino toda vez que se veía en él a la persona ideal para sacarle brillo. De esta manera hereda un grupo de jugadores donde hay nombres que eran de confianza de su predecesor y que se acostumbraron a desenvolverse en un dibujo con cinco defensas.
Más allá de eso, el equipo solo ha ganado un partido y tiene ante sí un duro calendario en las próximas jornadas que le llevará a medirse a rivales como la Real Sociedad o el Barcelona. Por suerte para él la sensación general es que los leganenses atesoran menos puntos de los que han merecido y que casi siempre se han mostrado competitivos.
Así las cosas, Aguirre deberá explotar al máximo sus dotes como motivador para espolear a un vestuario mentalmente roto pero capacitado para darle la vuelta a su destino. Le respalda una frase asociada ya al club: “En Leganés, los sueños se cumplen”.