La Juventus ganó el derbi ‘della Mole’ en el estadio de un Torino que se dejó el alma en el campo y que cayó por un tanto de de Ligt en la segunda parte. El campeón de Italia, con este triunfo, vuelve a ser líder de la Serie A con un punto de ventaja sobre el Inter, que esta tarde había tumbado al Bolonia a domicilio.
El partido comenzó con polémica: después de diez minutos, de Ligt tocó con el brazo en el área el balón (por cuarta vez en las últimas semanas, ya que le ocurrió también ante Inter, Bolonia y Lecce) pero el árbitro y el VAR decidieron no conceder pena máxima debido a la posición natural del zaguero. Las nuevas normas para estos casos, eso sí, siguen dejando dudas en cada jornada.
El Toro, que se jugaba mucho (apenas cosechó dos puntos en las últimas cinco jornadas), tuvo varias ocasiones para adelantarse con Bremer, Verdi y Meité, pero la Vecchia Signora supo aguantar y con el paso de los minutos también empezó a crear peligro. Dybala, con un potente remate, Bonucci, con un testarazo y de Ligt, cuyo remate neutralizó milagrosamente Sirigu, hicieron meritos para el 0-1.
El campeón de Italia siguió empujando en la segunda parte y, tras un remate cruzado de Cristiano que volvió a encontrar los guantes de Sirigu, Sarri sustituyó a Dybala con Higuaín. El guardameta local se exhibió con otra gran parada ante una preciosa volea del Pipita, que en la jugada siguiente, tras un córner, centró para de Ligt, que empujó entre palos su primer tanto en la Serie A.
Quedaban más de veinte minutos: hubo varios vaivenes, pero ni la Juve logró sentenciar ni el Torino empatar (Bremer marcó en el descuento, pero en clara posición de fuera de juego y el tanto fue anulado). La victoria fue otra vez sufrida, pero a los juventini les vale para vivir otra semana en la cima de la tabla. La batalla con el Inter de Conte continúa.