Aunque Isabel II es una de las mujeres más famosas y seguidas del mundo y, en consecuencia, ha sido fotografiada miles de veces, sin embargo, ella quería posar de una forma más natural y alejada de las normas protocolarias que dictan su condición de reina de Inglaterra..
Todo esto fue revelado en el libro The Other Side of the Coin: the Queen, the Dresser and the Wardrobe, escrito por Angela Kelly, asesora y cuidadora personal de su majestad. Según se cuenta en el libro, la monarca ponía sus manos en los bolsillos para crear una pose más casual en las fotografías.
Pero la reina Madre y los asesores de la reina habrían evitado que lo hiciera porque sentían que era un gesto inapropiado.
La monarca nunca habría tenido la satisfacción de hacerse una fotografía con las manos dentro de los bolsillos hasta que Kelly, quien se encontraba investigando para su primer libro sobre el guardarropa de la reina, creyó que era momento de hacerlo realidad.
Para la sesión “relajada” de la reina Isabel II fue contratado el fotógrafo Barry Jeffrey, quien al intentar explicar cómo se desarrollaría el shooting fue interrumpido por la reina para hacerle algunas precisiones, eso sí, de manera muy respetuosa como suele ser la monarca. «No, Barry, así es como lo haremos. Solo mantén la cámara en movimiento»
Así que, de acuerdo con Kelly, la reina se colocó frente a la lente y comenzó a hacer varias poses con las manos dentro y fuera de los bolsillos. También intentó recrear una imagen de modelo al poner sus manos sobre sus caderas. Ante ese desenvolvimiento nunca antes visto, la asesora aseguró que la reina era natural.
Finalmente, aunque la sesión logró su cometido y capturó como nunca antes a la monarca, la Colección Real únicamente publicó dos fotos en la publicación final, Dressing The Queen. Esta situación, parece no haber dejado nada conforme a la asesora de la reina.
Su opinión era que estas fotografías más sinceras derribarían a la Monarquía. Por qué pensaron eso, no tengo idea