«Nosotros no podemos cambiar la política de esta administración, pero podemos ayudar a defender a sus víctimas». De ese modo, contundente y sin pelos en la lengua, George Clooney fundamentó la donación de 100 mil dólares que junto a su esposa, Amal, hicieron en favor de el Young Center for Immigrant Children’s Rights (Centro joven para los derechos de los niños inmigrantes).
El gesto fue dado a conocer a través de un comunicado que el Centro publicó el miércoles, en el que hacía mención de una «generosa donación» de Clooney y su Fundación para la Justicia.
«En algún punto, en el futuro nuestros hijos nos preguntarán: ‘¿Es verdad? ¿Realmente nuestro país le sacaba los chicos a sus padres y los ponía en centros de detención?’ Y cuando la respuesta sea que sí lo es, ellos nos van a preguntar qué hicimos al respecto, qué dijimos, dónde estuvimos», manifestó la pareja.
El activismo político de los Clooney no es nuevo. El actor se manifestó en numerosas ocasiones en contra de las políticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y también ha dejado asentada su posición acerca de la situación en Darfur. En tanto, Amal es una abogada que ha patrocinado numerosos cargos ante la Corte Internacional.
El matrimonio ya había donado anteriormente un millón de dólares al Southern Poverty Law Center para contrarrestar la actividad de los «grupos del odio» que alientan las actividades de la «supremacía blanca» en Virginia.
Este tipejo está de acuerdo con el Plan Kalergi, por eso favorece la entrada de inmigrantes a Europa, es un peón de la sinarquía mundial.