Gennady Golovkin está a un paso de volver a la escena grande. A retomar el poder. Luego de ceder sus coronas en una discutida pelea contra Saúl Canelo Álvarez, el kazajo superó a Sergiy Derevyanchenko por decisión unánime tras 12 rounds y se apropió de los títulos mundiales vacantes del peso mediano de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
El combate estelar tuvo lugar en el escenario que se montó en el mítico Madison Square Garden de New York y los jueces vieron vencedor a Golovkin con tarjetas que devolvieron el siguiente resultado: 115-112, 115-112 y 114-113.
El título de la FIB pertenecía a Canelo hasta agosto de este año, cuando el organismo decidió quitarle la corona al no alcanzar un acuerdo con el ucraniano Derevyanchenko, retador obligatorio por esta distinción. Mientras tanto, el mexicano sostiene sus otros cinturones del peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el del super mediano de la AMB que conquistó en 2018 luego de superar a Rocky Fielding. El próximo 2 de noviembre subirá dos categorías para presentarse en semi pesado (79,300 kg) con la idea de arrebatarle el título de la AMB al ruso Sergey Kovalev.
Golovkin sigue toda esta trama con atención, porque tiene en claro que el sueño de Canelo es el de erigirse como el dueño absoluto de los medianos y para eso deberá desafiarlo con el título de la FIB que acaba de lograr o pujar por el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que pertenece al norteamericano Demetrius Andrade. Estos escenarios podrían decantar en la tercera edición del combate Golovkin vs. Álvarez.
El primer paso en esa escalera no fue sencillo para el kazajo de 37 años que ostenta un récord de 40 triunfos (35 KO), 1 derrota y 1 empate: peleó contra un poderosos ucraniano de 33 años que tiene 13 victorias (11 por nocaut) y, ahora, sólo 2 caídas (la anterior se dio en octubre del año pasado ante Daniel Jacobs también por el título vacante FIB de la divisional).
Triple G cumplió su obsesión de retomar la senda triunfal que había iniciado en 2010 y sobre la que permaneció hasta el 2018 cuando ostento siempre –al menos– un título mundial de los medianos. Aquella derrota discutida contra Canelo en decisión mayoritaria (114-114, 115-113, 115-113) lo privó de su récord. El hombre que venía de triunfar en junio por nocaut ante el canadiense Steve Rolls ya dejó en claro que va por el mexicano nuevamente: “Absolutamente, lo quiero para mi siguiente pelea. Sólo falta que él diga que sí, pero hay grandes campeones también en la divisional”.