Las imágenes se hicieron virales en el mundo del boxeo femenino. Una vez que terminó el pesaje entre la retadora al título, Soledad Matthysse, y la campeona defensora Ewa Brodnicka, ambas se pusieron frente a frente para las cámaras. Luego de unos segundos, la polaca sorprendió a la argentina y le dio un beso en la boca, lo que generó la reacción inmediata de la pugilista, que le dio un cachetazo y provocó que la boxeadora de 35 años le responda con un golpe a la cara.
Esta no es la primera vez que la polaca muestra su perfil excéntrico en la previa a los combates. Con el paso del tiempo, la foto final de los pesas de Brodnicka se transformaron en un momento especial para la deportista nacida en Nowy Dwór, una localidad en el centro de Polonia.
Hace más de tres años, en septiembre de 2016, en la antesala de la pelea contra Lela Terashvili, de Georgia, la campeona polaca subió a la balanza con una malla con estampado animal -más conocido como animal print- y, una vez que el pesaje finalizó, le regaló a su rival una mamadera. El año pasado, una vez que terminó la presentación junto a la canadiense Sarah Pucek, Brodnicka sorprendió a su contrincante cuando le obsequió una planta.
La historia de Ewa en el boxeo profesional se inició a principios de 2013. En un combate que se disputó a cuatro rounds, la polaca superó por puntos a Pasa Malagic, de Bosnia y Herzegovina, y puso en marcha un invicto que le dura hasta el día de hoy. Con récord de 17 triunfos, sólo en dos ocasiones logró noquear a su oponente. En abril de 2014, luego de superar a la búlgara Petkova, se quedó con el título vacante superpluma de la Federación Mundial de Boxeo (WBF) y comenzó su exitosa carrera arriba del cuadrilátero.
https://youtu.be/fkBzBPQQbm4
Brodnicka se coronó como la reina de la categoría en la Organización Mundial de Boxeo (WBO) luego de vencer por decisión unánime a la bosnia Irma Adler -fue el 13 de mayo del 2017- y quedarse con el cetro interino de la entidad. A partir de esa lucha, defendió con éxito en cuatro ocasiones su título.
Esta noche de viernes, en el Hala Sportowa, de la ciudad de Częstochowa, buscará mantener su condición de campeona cuando se enfrente a Matthysse, la hermana del campeón mundial Lucas Matthysse y de Walter, también boxeador.
Más allá de su deseo de seguir en el boxeo profesional, la polaca sueña con sobrepasar el mundo del deporte. En una entrevista que le concedió al medio polaco Sportowe Fakty, Brodnicka fue contundente cuando le consultaron si le gustaría posar para la revista Playboy: “Solía pensarlo y probablemente estaría contenta con una propuesta de este tipo. Pero ahora no pienso en eso. Si hubiera alguna propuesta, la consideraría», expresó la pugilista, que a pesar de querer continuar su vida en el ring, también piensa en el futuro cuando no sea más profesional del boxeo.
“Me gustaría probar suerte en el periodismo, o tal vez abrir una empresa comercial pero que nada tenga que ver con el mundo del boxeo”, agregó.
Hace más de tres años, en septiembre de 2016, en la antesala de la pelea contra Lela Terashvili, de Georgia, la campeona polaca subió a la balanza con una malla con estampado animal -más conocido como animal print- y, una vez que el pesaje finalizó, le regaló a su rival una mamadera. El año pasado, una vez que terminó la presentación junto a la canadiense Sarah Pucek, Brodnicka sorprendió a su contrincante cuando le obsequió una planta.