Hubo mucha preocupación. Fueron momentos de tensión y nerviosismo porque Marc Márquez sufrió una de las caídas más aparatosas de los últimos tiempos en la primera sesión libre del Gran Premio de Tailandia. Pero afortunadamente el vigente campeón y líder del Mundial de MotoGP no sufrió grandes consecuencias y pudo participar en la segunda tanda. Tuvo que ser trasladado al hospital de Buriram para unos chequeos pero ya está listo para la clasificación.
Sucedió en una curva del Circuito Internacional de Chang en la que la moto de Márquez deslizó y comenzó a dar vueltas mientras que el piloto español de 26 años salió catapultado, voló unos metros y terminó rodando en el suelo. Se quedó unos minutos tendido antes de levantarse y salir de la pista cojeando, ayudado por los comisarios.
“Era la vuelta de salida del box. Iba lento y tranquilo. Quizás por eso no he podido salvar la caída, porque no he tenido ni reacción. Una vez caído, me he asustado un poco, porque no respiraba bien. Me he quedado sin aire cinco segundos, pero para mí han sido como veinte”, señaló Márquez, quien está listo para continuar con el cronograma de la competencia pese a los “dolores en la cadera, espalda y piernas”.
No es una carrera más para Márquez. Actualmente es líder de la clasificación del Mundial con 98 puntos de ventaja sobre Andrea Dovizioso (Ducati) y a falta de cinco pruebas del campeonato podría convertirse en campeón del mundo en la temporada 2019 en la carrera de Buriram, que se celebrará el domingo.
“Me duele la espalda. Donde están las vértebras. Por eso mismo hemos ido hasta el hospital y el equipo médico del circuito han decidido hacer un chequeo más profundo. Las vértebras son delicadas. A veces no es muy doloroso, pero puede tener grandes consecuencias. No hay nada fisurado ni roto”, añadió el cinco veces campeón en la categoría reina del motociclismo.
Tras la caída, Márquez participó en la segunda sesión y finalizó sexto del día. El jefe de la escudería Honda, Alberto Puig, indicó que no se conocían las causas del accidente, pero que estaban sin duda ligadas a una pista sucia o a unos neumáticos que no aumentaron suficientemente la temperatura.