Diez días después de fracasar en su primer intento, el «hombre volador» Franky Zapata logró este domingo cruzar el Canal de la Mancha a bordo de su «Flyboard», aunque debió realizar una escala para recargar la energía de su dispositivo.
Este francés de 40 años despegó desde la playa de Sangatte, en el norte de Francia, según sus colaboradores. Su objetivo fue completar los 35 km del estrecho y llegar hasta la bahía de San Margaret, en el lado británico, sobrevolando el mar a 15 o 20 metros de altura, de pie sobre su aparato.
El inventor le llevó seis meses prepararse para cumplir el desafío a bordo de su flyboard, equipada con un motor propulsado por cinco turborreactores de aire que permiten despegar y avanzar a hasta 190 km/h, con una autonomía de unos diez minutos.
«¡Todo fue bien! Incluso si fue complicado (el abastecimiento en el barco)… Luego, veía Inglaterra que se iba acercando e intenté disfrutar para no pensar en el dolor. ¡Las piernas me quemaban!», aseguró Zapata a la prensa, justo después de aterrizar, añadiendo que se trataba de un «trabajo de equipo».
Voló a «160/170 km/h durante a lo largo de casi toda» la travesía, precisó, informado gracias al indicador de velocidad sonora que lleva en el casco.
El 25 de julio, 110 años exactos después del éxito del francés Louis Blériot, primer aviador en atravesar la Mancha, Zapata se lanzó desde el mismo lugar con su invención bajo la atenta mirada de decenas de curiosos. Pocos minutos después de entrar en aguas inglesas, sin embargo, cayó al agua, tras golpear levemente la plataforma del barco de abastecimiento donde intentaba posarse.
Debido a la distancia, Zapata tuvo que hacer obligatoriamente una parada en su trayecto, sobre un barco, para repostar en queroseno, que acumula en una mochila a su espalda.
«La parte más compleja es realmente el abastecimiento», insistió tras su fallido primer intento, reconociendo una «mala apreciación de la dificultad de aterrizaje».
Para esta segunda tentativa, Zapata y su equipo decidieron ubicar una embarcación de aprovisionamiento «más grande» en aguas francesas.
Esta vez, «tenemos muchas más posibilidades que la última vez. Hemos observado, hemos aprendido, el viento no ha cambiado, creo que debería ir bien», afirmó el sábado el inventor, excampeón del mundo y de Europa de esquí acuático, en una rueda de prensa en Sangatte.
Con el primer intento, Zapata y su empresa lograron cierto eco mediático, aprovechando la espectacular intervención que realizó unos días antes durante la Fiesta Nacional francesa, el 14 de julio, al volar a varios metros del suelo durante el desfile militar en los Campos Elíseos de París.