En Indonesia, una mujer de 22 años y su novio fueron azotados esta semana como castigo por haber tenido relaciones sexuales premaritales, algo que es considerado un delito por la ‘sharía’, o ley islámica, vigente en la provincia de Aceh, en el norte de la isla de Sumatra.
La aplicación de la pena tuvo lugar en un estadio de la ciudad de Lhokseumawe frente a una pequeña multitud. Aunque se llevó a cabo en un espacio público, se restringió la entrada de menores de edad, informaron medios locales.
Durante el castigo ambos condenados recibieron 100 latigazos, que resultaron especialmente dolorosos para la joven. En varias ocasiones el verdugo tuvo que detenerse ante las súplicas de la mujer, que no soportaba los golpes. El novio de la chica y otro castigado también solicitaron pausas.
Además de las breves interrupciones, la acusada tuvo que ser examinada por un médico antes de que se le continuara aplicando el castigo.
Junto con la pareja también fue reprendido un adolescente de 19 años que al parecer tuvo relaciones sexuales con una menor de edad. Testigos aseguran que los golpes que le propinaron hicieron que la camisa del muchacho se empapara por completo de sangre. Además de recibir los azotes el acusado deberá cumplir cinco años de prisión.
La flagelación se usa como castigo en Aceh para delitos como los juegos de azar, el consumo de alcohol, el sexo entre personas del mismo género o las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Esta práctica ha sido criticada por grupos de derechos humanos y por el propio presidente de Indonesia, Joko Widodo, aunque tiene un amplio apoyo entre la población local de Aceh. Alrededor del 98 % de los cinco millones de personas que habitan esta provincia son musulmanes.
El dedo índice de la mano derecha, levantado de entre los musulmanes es un símbolo de la proclamación del monoteísmo, es decir, : «No hay más Dios que Alá». El presidente de El Salvador hace este símbolo en sus manifestaciones…
LOS DERECHOS HUMANOS Y LA IGLESIA QUE DICE DE ESTO,,,
En esos países si hace cumplir la ley de Dios. Debería de aprender de ellos Occidente