El presidente de Rusia, Vladímir Putin, fue entrevistado recientemente por el director estadounidense Oliver Stone con motivo de la película documental titulada ‘Revealing Ukraine’ (‘Revelando Ucrania’). La nueva producción, codirigida por Ígor Lopatiónok y dedicada a la crisis ucraniana, ya ganó el Gran Premio del Festival de Cine de Taormina (Italia).
Hablando de las relaciones entre Moscú y Kiev, Putin lamentó que «no son fáciles hoy», debido a «los severos eventos relacionados con el golpe de Estado» en Ucrania de 2014. Además, la situación se ha visto empeorada por «la propaganda de las autoridades ucranianas actuales, que hacen a Rusia culpable de todos los trágicos eventos que siguieron», explicó el mandatario ruso.
El presidente de Rusia abordó también con Stone el incidente que se produjo en el estrecho de Kerch el 25 de noviembre de 2018, cuando tres buques de la Armada de Ucrania cruzaron ilegalmente la frontera estatal rusa en dirección a ese lugar y violaron los Artículos 19 y 21 de la Convención de las ONU sobre el Derecho del Mar.
Putin señaló que el hecho de que esas embarcaciones realizaran maniobras peligrosas y sus ocupantes se negaran a obedecer los requerimientos de los guardias fronterizos rusos fue parte de la campaña electoral del ahora expresidente de Ucrania, Piotr Poroshenko.
«Sabía que los votantes no lo apoyarían en el este y en el sur del país y usó esta provocación para exacerbar la situación», reiteró el líder ruso, asegurando que tiene «razones para creer que quería introducir la ley marcial en todo el país y, tal vez, posponer las elecciones» debido a que «quería mantenerse en el poder a toda costa».
A pesar de todas las discrepancias que actualmente existen entre ambos países, Putin subrayó que «la construcción de relaciones normales, amigables, incluso diría más que amistosas» entre Rusia y Ucrania «es inevitable».
El inquilino del Kremlin estima que los rusos y los ucranianos son, «esencialmente, la misma nación» debido a que «todos eran ortodoxos» y «se llamaban a sí mismos rusos», mientras que «no querían ser parte del mundo católico al que Polonia trataba de atraerlos».
Sin embargo, el presidente ruso reconoció que hoy en día «muchas personas en Ucrania creen que necesitan reforzar su identidad, luchar por ella», pero destacó que «en Rusia nadie está en contra» y él «tampoco».