Niños migrantes detenidos en la estación de Yuma, Arizona, denunciaron agresiones sexuales así como condiciones insalubres y hacinamiento en centros de detención, señala un reporte difundido por NBC News. La CBP dijo que investiga las denuncias y dijo dar «un trato de dignidad» a quienes permanecen bajo su custodia.
A una niña migrante de 15 años un funcionario del centro donde permanecía retenida le hizo tocamientos en los senos y por debajo de la ropa interior, mientras hablaba con sus compañeros y se reía durante el procedimiento. A otro niño originario de Honduras lo llamaban con términos ofensivos en español. Estos dos casos están recogidos en un informe obtenido por NBC News. sobre las condiciones en que mantienen a un grupo de niños migrantes en un centro de Yuma, Arizona.
El nuevo reporte sobre supuestos maltratos a menores migrantes y agresión sexual se suma a otros similares, como el que difundieron hace una semana los diarios The New York Times y El Paso Times en reportajes en los que describen la situación de niños hacinados, enfermos y hambrientos en el interior de la estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas.
El reporte dado a conocer la noche de este martes por NBC News señala el caso de una niña de 15 años que describe cómo un oficial «grande y barbudo» metió sus manos en el sostén y debajo su ropa interior mientras le daba «una palmadita de rutina frente a un grupo de oficiales y de migrantes».
La niña dijo sentirse avergonzada en el momento que el oficial hablaba con sus compañeros en inglés y se reía durante el proceso, según el informe presentado.
También destaca el caso de un niño originario de Honduras que dijo que los oficiales regañaban a los demás menores detenidos cuando se acercaban a una ventana y en ocasiones lo llamaban con el término ofensivo en español «puto», mientras le daban órdenes.
Los nuevos señalamientos de lo que ha sucedido al interior de las instalaciones de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP, en Yuma no solo recogen testimonios de las condiciones insalubres del lugar, sino también de abuso y otras conductas indebidas por parte de los funcionarios.
Se trata de 30 casos calificados como «informes de incidentes significativos» que ocurrieron entre el 10 de abril y el 12 de junio reportados por los administradores de casos del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que se encarga de atender a los niños después de dejar la custodia del CBP.
Entre los incidentes destacan también la negación de llamadas telefónicas, de dormir sobre el piso, la falta de suficiente alimento para los menores e incluso «de arrojarles comida como si fueran animales salvajes», comentó Laura Belous, abogada del Proyecto de Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Florence, una organización que brinda servicios legales a niños migrantes en Arizona.
CBP dice que denuncias son investigadas
Muchos niños entrevistados por los trabajadores de HHS al salir de la estación fronteriza de Yuma describieron no poder dormir y estar asustados de los oficiales ya que estos se enojaban si les pedían algo.
Un joven guatemalteco de 16 años de edad, detenido en Yuma, contó que cuando él y otros en su celda se quejaron por sabor del agua y la comida, los funcionarios los sacaron de la celda y los obligaron a dormir sobre suelo.
En la mayoría de los casos se repite la situación de que los niños y niñas fueron retenidos en la estación fronteriza por más de 72 horas.
Un portavoz del CBP de la zona de Yuma dijo que «la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU tiene un trato de dignidad y respeto a quienes están bajo nuestra custodia, además de proporcionar múltiples vías para denunciar cualquier tipo de conducta indebida en nuestras instalaciones, cualquier caso será investigado en su totalidad».
El portavoz aseguró que en el caso de la acusación de agresión sexual ya esta siendo investigada por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional.
Hace sólo dos días el secretario interino de seguridad nacional Kevin McAleenan defendió la situación en los centros de detención de la Patrulla Fronteriza, frente a denuncias de condiciones insalubres, en una entrevista para ABC News aseguro que existe “una situación sumamente difícil” en la frontera, pero dijo que las versiones según las cuales escasea el agua, la comida y las medidas de higiene, por lo menos en el centro en Clint, Texas, no estaban fundamentadas.
Horas más tarde del mismo día domingo, el presidente Trump informaba desde el aeropuerto de Morristown, New Jersey, que los centros de detención de migrantes abrirían sus puertas a periodistas en medio de una ola de críticas por las condiciones de hacinamiento que presentan.
Tan sólo una semana atrás el Informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional de los sectores de El Paso y Rio Grande Valley en Texas detallaron condiciones horrendas para los menores y otros migrantes detenidos en estaciones fronterizas con sobrepoblación donde no podían tomar una ducha o realizar un cambio de ropa limpia e incluso no contaban con un espacio para dormir.
Con información de Univisión