Un astrónomo holandés especializado en el monitoreo de satélites capturó las primeras imágenes que se tienen el misterioso vehículo espacial Boeing X-37B, del que se cree pende el futuro del programa espacial estadounidense, orbitando la Tierra.
Ralf Vandebergh, quien se dedica a tomar fotografías de planetas y satélites desde su base en Nijswiller, muchas de las cuales han sido utilizadas de manera oficial por la NASA, publicó su hallazgo la semana pasada en su cuenta de Twitter.
Allí puede verse la imagen en crudo y procesada del Boeing X-37B, un vehículo no tripulado en el que se estarían probando sistemas para un nuevo transbordador espacial, orbitando la tierra a unos 300 kilómetros de altitud en una misión llamada OTV-5 (Orbital Test Vehicle, o Vehículo de Testeo Orbital).
El astrónomo había estado intentando tomar una foto del X-37B, del que poco se conoce realmente, desde hacía meses y finalmente logró detectar su trayectoria en mayo.
Preparar la foto, tomada con una cámara Astrolumina ALccd 5L-11 mono CMOS y un telescopio de 10 pulgadas F/4,8, requirió de un poco más de tiempo.
«Cuando intenté observarlo de nuevo a mediados de junio, no cumplió con la trayectoria y el tiempo esperado. Al parecer había maniobrado hacia otra órbita. Gracias a la red amateur de observadores de satélites, fue rápidamente encontrado de nuevo y pude tomar las imágenes el 30 de junio y el 2 de julio», explicó Vandebergh, de acuerdo al portal especializado Life Science.
Aunque las imágenes de la pequeña nave espacial son borrosas, han superado las expectativas de Vandebergh: «Podemos reconocer un poco de la nariz, el área de carga y la cola de este mini transbordador, incluso con algo de detalles».
La misión OTV-5 (la quinta de su tipo) de este X-37B comenzó el siete de septiembre de 2017, tras ser lanzado por un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy (KSC) en Florida, Estados Unidos.
Su rol y objetivos son materia clasificada y poco se sabe de sus capacidades reales, aunque se cree que estaría recolectando datos, información e inteligencia, además de poner a prueba numerosos equipos y componentes.
Tampoco se sabe cuándo terminará esta misión que lleva ya casi 700 días. El último X-37B (OTV-4) aterrizó en el KSC el 8 de mayo de 2017 tras 718 días orbitando, y se espera que la OTV-6 sea lanzada en algún momento de 2019, indicó Life Science.
Además, también se espera que la próxima misión sea llevada al espacio por un cohete United Launch Alliance Atlas desde Cabo Cañaveral.
The #OTV5 / #X37B space plane photographed in orbit! Finally an image showing this mini-Space Shuttle which is only a fraction in size of the real Shuttle. https://t.co/r7zqATUpN4 @SPACEdotcom @planet4589 @Marco_Langbroek @Astroguyz @govertschilling @phi48 @Sterne_Weltraum pic.twitter.com/a5RvgnHPFB
— Ralf Vandebergh (@ralfvandebergh) July 3, 2019
La NASA retiró de funciones a su transbordador espacial en 2011, afectado por dos tragedias, y desde entonces el único medio de envío de astronautas es a bordo de cápsulas Soyuz, de fabricación rusa.
El X-37B podría apuntar hacia el desarrollo de un nuevo transbordador reutilizable para el futuro, de mayor tamaño y con la capacidad de transportar personas.
Actualmente la NASA cuenta con dos de estos pequeños vehículos con un largo de 8,8 metros, altura de 2,9 metros y envergadura de 4,6 metros. Su peso al lanzamiento es de 4.990 kilos y una vez en órbita obtienen energía para sus baterías de litio a través de paneles solares.
El proyecto del X-37B se remonta a 1999, cuando Boeing recibió un contrato para desarrollar un pequeño vehículo destinado a reparar satélites, según reportó el portal Asgardia, bajo el monitoreo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Pero en 2004 el proyecto fue trasladado al Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), agencia estadounidense encargada del desarrollo de nuevas tecnologías militares, y quedó envuelto en un halo de secretismo.