Luego de pasar aislados por 60 horas en sus respectivas habitaciones y resultar negativos a la prueba de COVID-19, el paratleta salvadoreño, Herbert Aceituno, y su entrenador, Jorge López, salieron al área de práctica, siempre dentro del hotel sede, para realizar un poco de activación y técnica (precompetitivo), con miras a su participación en la Copa del Mundo de Parapowerlifting Bogotá 2021, que inicia este viernes.
La buena noticia del resultado negativo al coronavirus llegó al filo de las 9 de la mañana (hora de Colombia), por lo que de inmediato bajaron al comedor para disfrutar del desayuno. Herbert mantiene la dieta y no sale de ahí. Cuatro claras de huevo, dos arepas miniatura, un poco de jamón y queso, pan integral, una galleta de avena y café. Todo con medida y bajo el control, a la distancia, de su nutricionista de cabecera, Anthony Hernández. Todo lo que Herbert va a comer, lo consulta con el experto.
“Eso es lo bueno de trabajar con gente de confianza, gente que te conoce y que te tiene aprecio. Ya me ha tocado estar lejos, en Europa o Asia, por ejemplo, y ahí estoy escribiéndole a Anthony”, agradece Herbert, quien se pesó luego de la activación y registró 57.45 kilos.
Luego del desayuno, el campeón parapanamericano -toda una celebridad por estos lares- atendió la petición del comité organizador de la Copa del Mundo para grabar la juramentación de los atletas que se pasará mañana, en video, durante la inauguración virtual de este evento, que forma parte de la ruta a los Juegos Paralímpicos de Tokio y en la que Herbert competirá en la categoría hasta 59 kilos.
El acto será virtual porque los organizadores han extremado las medidas para evitar problemas por el COVID entre las delegaciones participantes, ya que un paratleta resultó positivo al virus y más de un entrenador, incluso, pidió conocer por lo menos a cuál equipo pertenecía. Sin embargo, los organizadores rechazaron esa petición y por la noche hicieron énfasis en extremar las medidas para evitar más problemas.
De ahí que las higienizaciones son constantes, el contacto entre países es prácticamente nulo, es obligatorio el uso de las mascarillas y el lavado constante de manos con agua y jabón. Ah, y nada de salir del hotel. Del cuarto al comedor y de regreso. Del cuarto al lugar de entrenamientos y de regreso. Del cuarto a la competencia y de regreso. Es más, ni el servicio a domicilio está permitido.
Pero esto del confinamiento y estar en una burbuja para el evento no es problema ni para Herbert ni para Jorge. “Siempre he sido así: enfocado en lo que quiero alcanzar. No hago los viajes para conocer, sino que estoy enfocado en la competencia. No me desespera salir a conocer. Mi papá me inculcó eso también: primero el objetivo, la competencia, sacar un buen resultado. Y si después hay tiempo de salir a conocer algo o probar una comida local, bienvenido. Si no, no hay problema”, dice enfático el paratleta.
“Esto no me ha afectado tanto, porque no soy mucho de salir. Cuando competimos, venimos concentrados. Entrenamos, descansamos, comemos. Es poco el esparcimiento que se tiene. Cuando no estábamos en la pandemia, el detalle era que en eventos como estos podríamos interactuar con los otros equipos y hoy no”, añade Jorge.
Como es lógico, en ambos existe un poco el temor del contagio al virus, pero es algo a lo que no le prestan más atención de la necesaria. “Hay miedo del contagio, pero tomamos las precauciones necesarias y confiamos mucho en Dios. Trato de no pensar en eso para no afectar psicológicamente”, concluye Herbert.
Al cierre de este jueves, el entrenador Jorge López participará en la reunión técnica de la Copa del Mundo, para terminar de conocer los detalles sobre la competición y luego Herbert bajará al gimnasio para trabajar músculos auxiliares.